top of page

Ansiedad 

La ansiedad es una sensación que puede llegar a ser muy desagradable, nos invade el cuerpo, nos pone en tensión, en alerta, en hiper-activación, sintiendo una gran presión y una sensación de “no puedo”.

 

Vernos así nos pone aún más nerviosos porque desearíamos quitarnos esa sensación intentando controlarla, casi siempre sin conseguirlo. Además, muchas veces esta ansiedad nos delata, nos pone en evidencia ante el resto con manos sudorosas, la cara roja o un temblor en las manos o el cuerpo, y si ya estábamos nerviosos, ahora más.

De hecho, a veces, parece que la única solución es esperar a que pase un rato, darnos una vuelta, respirar mucho o intentar no pensar en ello… pero raramente esto nos alivia del todo.

 

La ansiedad es como una voz asustadora que hace que te preocupes de más. Te podría estar diciendo “venga, que no te va a dar tiempo”, “tienes que hacerlo muy bien hoy, sino la gente va a pensar que eres tonto/a”, “todo el mundo te está mirando, y seguro que se están dando cuenta de tu torpeza”, “tendrías que tener solucionado este asunto desde hace tiempo, no puedes estar triste, mantente fuerte”.

 

Esta exigencia nos pone en tensión para tener que hacerlo bien, y nos sentimos juzgados/as con facilidad y rápidamente interpretamos que están pensando algo malo, cuando al final somos nosotros/as mismos los que nos estamos poniendo la zancadilla. Esto nos genera culpa e impotencia, porque, aunque sabemos que de alguna manera nos provocamos o alimentamos esa ansiedad, no nos sentimos dueños o en control de ella.

 

Esta opresión en el pecho o garganta, esta incomodidad que nos genera la ansiedad, puede estar cargada de; “y si…”, de posibles futuros peligros, de mensajes sobre incompetencia, de miedo al fracaso, de una sensación de desprotección, vergüenza, vulnerabilidad… Es importante saber cuál es el mensaje concreto que la ansiedad nos está proporcionando, para así poder responder ante nosotros/as mismos/as y esto es algo que se podrá trabajar en terapia individual.

La ansiedad está presente en muchos problemas como en la ansiedad social, en la ansiedad generalizada, en el TOC (trastorno obsesivo compulsivo), en ataques de pánico, en la hipocondría o en las fobias. Sin embargo, la ansiedad la experimentamos todos y en algún momento podemos necesitar alguna herramienta para poder lidiar con ella sin que nos desborde.

Los psicólogos de IDP trabajamos con la situación que trae cada persona y su problemática en concreto, adentrándonos en lo que pueda estar generando estos síntomas de ansiedad para poder cambiar lo está causando el malestar que reside en el fondo.

 

Te ayudaremos a bajar tu nivel de ansiedad, a que puedas estar más a gusto contigo mismo/a, a que puedas disfrutar de los momentos de descanso y a sentir que eres más capaz de afrontar lo que pueda venir.

Contacta con nosotros

“Tuve una época en la que sentía que no podía más. La ansiedad me invadía, y tenía pánico de bloquearme y quedarme estancado para siempre. Después de salir de la psicóloga conseguía tener una mayor claridad de ideas y con una creciente confianza en mí mismo. Es como si mi mundo se reconstruyese otra vez. Me ayudó a conectar con mi fuerza interior para vivir la vida como quería”

NUESTROS PACIENTES DICEN

—  Anónimo, 50 años

bottom of page