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Depresión

La depresión se caracteriza por un estado bajo de ánimo que causa gran malestar y sufrimiento en la vida de la persona. Entre los síntomas más frecuentes, se encuentran la falta de interés por las actividades diarias, pérdida o aumento del apetito, falta de energía o fatiga, baja autoestima, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, sentimientos de tristeza y desesperanza… Es ese sentirte en un pozo del que cuesta salir, aquel lugar oscuro y frío en el que no sentimos ganas por nada… No hace falta que alguien nos diagnostique “depresión” para saber que estamos deprimidos, que no estamos bien, y que necesitamos salir de ahí.

En terapia, las personas pueden responder con afirmaciones del tipo:

“Sencillamente siento que nunca seré lo suficientemente buena…”

“Sin ella todo me parece vacío, como si mi vida ya no tuviera sentido”

“Soy un desastre con todo… he fracasado como madre y como esposa”

“No he elegido nada en mi vida, me he dejado llevar y ahora no sé quién soy…”

 

La depresión se presenta en cada uno/a de forma diferente. Hay personas altamente autocríticas que se sienten fracasadas. Otras decepcionadas por una relación, en la que se sienten abandonados y permanecen tristes y enfadados. Otras con un sentimiento de vacío que les deja confusas y desanimadas. Otras personas, asustadas y ansiosas, con un gran sentimiento de desesperanza e impotencia. Pero muchas veces estos sentimientos aparecen mezclados.

En este sentido, la Terapia Focalizada en la Emoción (TFE), se encuentra en las listas de “tratamientos apoyados empíricamente”, mostrándose como una psicoterapia eficaz para tratar la depresión. Te ayudaremos a trabajar aquellos asuntos que, en tu caso, te hayan llevado a sentirte deprimido/a.

El trabajo terapéutico con todo ello desde la TFE, se realiza a través de las tareas experienciales (activas y prácticas) en sesión y la validación y empatía del psicólogo/a. Se llega a un acceso de las emociones y necesidades nucleares adaptativas, es decir, llegamos a las emociones relativas a la autovaloración, confianza y seguridad, que reempoderan a la persona y le facilitan el desarrollo de una mirada hacía sí misma más positiva, segura y confianza, lo cual acaba con nuevas metas para llevar adelante la vida.

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NUESTROS PACIENTES DICEN...

“Cuando fui estaba deprimida. Me sentía mal, triste, cansada… desde que amanecía hasta que anochecía, es como si el mundo se hubiese oscurecido. Desde que empecé a ir al psicólogo me sentí mucho mejor. Recuerdo que en el momento me costaba creérmelo, creía que era algo que no iba a durar… ¡Pero sí duró!”.

—  Anónimo, 42 años.

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